La carga de potencia óptima es la cantidad de carga con la que se alcanza la mayor producción de potencia en un ejercicio determinado.
La carga óptima varía significativamente entre diferentes ejercicios debido a que la producción de potencia mecánica está influenciada por la naturaleza del movimiento.
La zona de potencia óptima se caracteriza como la "zona de transición" entre velocidad-fuerza y fuerza-velocidad, donde ambas velocidad y fuerza actúan de manera "óptima" para producir los mayores niveles de potencia.
Una mejora hacia la izquierda favorecerá factores fisiológicos, neurológicos e intermusculares, mientras que una mejora hacia la derecha tendrá un efecto en los factores intramusculares.
Por ejemplo, en una sentadilla, la carga óptima suele estar alrededor del 60% del 1RM y a una velocidad de 0.9m/s, aunque esto puede variar dependiendo del individuo.
Una de las principales ventajas de la potencia óptima es que se puede identificar fácilmente y rápidamente mediante un test incremental. Además, la carga óptima de potencia nos permite diferenciar entre diferentes niveles de rendimiento dentro de un mismo deporte y entre distintas especialidades deportivas.
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