¿Alguna vez has pensando en el número de veces que tu pie impacta contra el suelo durante los más de 42km de un maratón?
Toda esa acumulación de impacto requerirá un alto volumen de acciones musculares de fuerza excéntrica e isométrica que supondrán un gran deterioro del rendimiento a lo largo de los kilómetros. Y más si cabe, cuando parte del recorrido es con pendiente negativa. Muy de moda hoy en día para realizar grandes marcas.
Por ello, Black, et al. quisieron probar si los corredores mejorarían el rendimiento durante una actividad de ejercicio incremental y este, reduciría el consumo de oxígeno durante una carrera submáxima con el uso de una zapatillas con una gran amortiguación (tipo Nike Vaporfly o Alphafly, aunque no se especificó el modelo). Por otro lado, si estás atenuarán el deterioro del consumo de oxígeno provocado por el daño muscular consecuencia de una carrera con pendiente negativa.
En cuanto a los resultados, se halló que el rendimiento de la prueba incremental en cinta mejoró (+5,7) con zapatillas altamente amortiguadas cuanto no se había producido daño muscular previo, en relación con zapatillas normales. O lo que es lo mismo, los corredores que usan zapatillas amortiguadas tardan más en cansarse y llegar al agotamiento. Mientras que el consumo de oxígeno fue un 3,2% más bajo. Estos resultados se produjeron en unas velocidades de carrera correspondientes a unas concentraciones de lactato de 3 mmol/L.
Por otro lado, como es lógico, la carrera cuesta abajo produjo mayores valores en los marcadores bioquímicos, histológicos y de daño muscular. Así como un aumento significativo en el consumo de oxígeno (+5.2%) tras 48 horas.
Con las zapatillas con una gran amortiguación el consumo de oxígeno fue significativamente menor (-4.6%) en comparación con las zapatillas normales. En presencia de daño muscular la ventaja respecto al consumo de oxígeno fue mayor (-3,2% vs 4,6%).
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